Diseño del blog

No ha sido un año perdido

Porque en Puente de Esperanza hemos tratado de adaptarnos y ser creativos y hemos seguido con nuestra tarea.


Porque muchas personas han hecho todo lo que podían por ayudar.


Porque gracias a la tecnología hemos estado cerca y nos hemos encontrado con otras formas de presencia.


(Imagen: Jean Michel Folon)


Porque los profesores han demostrado su vocación por la educación y los alumnos y alumnas han demostrado su responsabilidad.

Porque hemos estado pendientes de las personas mayores que estaban solas en residencias.

Porque nos hemos emocionado y sentido orgullosos aplaudiendo con agradecimiento el compromiso de muchos.

Porque hemos valorado y agradecido a los repartidores, limpiadores, empleados del supermercado que han estado en primera línea.

Porque hemos valorado profundamente las cosas cotidianas como el gozo de dar un paseo y lo maravilloso de volver a estar con alguien.

Por haber sentido que la mayor parte de la humanidad se volcaba en paliar efectos, investigar, encontrar vacunas.

Por haber vuelto con más humildad y autenticidad a la espiritualidad y a sentirnos en manos de Dios.

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